Juraba que no había pasado tanto tiempo pero ya son casi cinco años desde que probé por primera vez el mambe. El mambesito como lo llamo con cariño, se introdujo con sutileza en mi cotidiano vivir y durante este lustro aprendí varias cosas sobre el mambe que pienso son valiosas de compartir.
Simplemente se trata de mi experiencia personal y no pretende desde ningún punto de vista contradecir o desvirtuar la opinión de otras personas. Importante aclararlo ya que cuando se trata de este tipo de medicinas ancestrales, surgen diferentes voces que se toman la posición de tener la verdad absoluta.
Aunque he sido invitado en varias ocasiones al territorio indígena para presenciar de primera mano la elaboración de la medicina e incluso aprender a elaborarla, me considero una persona con conocimientos todavía limitados sobre el mambe. Por ello, me sitúo lejos de sentir ser un experto en el tema y claro está, sin pretensión alguna de serlo.
Mambe para relajar, despertar y energizar la vida
El Mambe, Mambita o Jíibie, tiene múltiples bondades destinadas al buen vivir pero sin duda, está característica merece siempre ser resaltada. El mambe energiza la vida.
Si se requieren realizar trabajos físicos que requieran buena disposición de energía, el mambe es una fuente de vitalidad. Brinda una sensación de fortaleza para llevar a cabo con agrado las actividades más diversas.
Sólo con recordar los componentes del mambe, sirven para dar una luz de lo poderosa que se convierte la hoja de coca al ser mezclada con la ceniza del yarumo. Combinación responsable de potencializar el efecto medicinal y nutricional de la planta de coca.
Brinda un estado de concentración indescriptible
Vivimos en la era digital en donde mantener el foco exclusivo en una actividad es supremamente complejo, más cuando estás al frente de un computador por ejemplo. El acceso a ventanas ilimitadas de información hace realmente difícil mantenerse enfocado.
Todos los trabajos que realizo en donde se requiere un alto grado de concentración, el mambe participa activamente para reducir considerablemente su tiempo de ejecución y además dinamizarlo.
La mente logra vincularse sin distracción o muy poca, en aquello que estés ejecutando. No sé trata de una poción mágica pero sí te logras concentrar en una sola cosa hoy en día, estás ante un evento magnífico.
Requiere consumo moderado sin excesos
Ese cuento que dicen los viejos sobre que todo en exceso es malo, es completamente cierto. Incluso un producto tan bondadoso como lo es el mambe, necesita ser utilizado con moderación.
Dado que la hoja de coca es altamente ácida, es probable que un uso tan frecuente en organismos poco adaptados al consumo de la planta, sean objeto de acidez estomacal u otro tipo de alteraciones en el correcto funcionamiento del sistema gástrico.
Si bien es cierto que un indígena puede consumir sin problema una media libra de mambe al día, es porque su organismo viene adaptado por defecto. El nivel de tolerancia a esta planta se transmirte desde sus antepasados vienen procesando desde miles de años esta sagrada medicina.
El Mambe Controla la ansiedad
Mambear también significa entrar en un estado mental de introspección, muchas veces necesario para darle otro manejo a nuestros pensamientos. Desacelerar la cabeza, bajarle el volumen a la voz del ego y manifestar otro tipo de sentimientos.
Reflexionar sobre lo realmente esencial de la vida, mis infinitas probabilidades de mi existencia humana y el pequeño lugar que ocupo en un universo tan enorme; son pequeñas piezas de un rompecabezas que sin duda se convierten en un fresco de calma y tranquilidad.
Siento que esa construcción de pensamiento ha sido formada con la ayuda del mambe. Una transformación del pensamiento renovado que da apertura al manejo de la ansiedad de una manera bien diferente. No mejor que cualquier otra, pero sí muy diferente.
Reflexivo e intuitivo
Hay personas que no le dan importancia o simplemente no creen en la intuición. Personalmente, encuentro a la intuición como una compañera omnipresente en la vida del ser humano desde sus orígenes.
El mambe afina la capacidad de la intuición para estar adelante de las circunstancias venideras. Claro está que esto no sucede de la noche a la mañana, como todo en la vida, absolutamente todo, lleva tiempo para que esto suceda.
Seguramente se me escapa alguna que otra idea sobre todo lo que representa el mambe para mi. La aventura de recorrer un camino lento de aprendizaje, transitado con mucha paciencia y sobre todo, tiempo.
Es probable que tarde otros cinco años en afianzar otra serie de aprendizajes sobre este maravilloso elemento de la medicina tradicional indígena, puesto que habrán mil cosas todavía por explorar. De cualquier manera, así como bien lo dijo una sabia anciana, la medicina llega en el momento correcto. No antes ni después.